Lo que pasó: La marca china de moda rápida Shein anunció la semana pasada que está localizando su fabricación en América Latina mediante la creación de un centro en Brasil. El gigante del comercio electrónico dijo que invertiría 148,9 millones de dólares en la construcción de una nueva red con fabricantes en el país sudamericano.
Durante los próximos tres años, Shein anticipa que sus asociaciones con 2.000 fabricantes crearán 100.000 nuevos empleos en América Latina. La compañía apunta a obtener el 85 por ciento de los productos que vende en la región localmente, según Reuters.
A partir de enero de 2023, el mercado de Shein conectó 6,000 fábricas de ropa en China.
La estrategia de localización de Shein podría significar problemas para las miles de fábricas en China que fabrican los productos que vende.
Objeto de varias reacciones violentas en los últimos años, en medio de una larga lista de reclamos que van desde la fabricación masiva insostenible hasta prácticas comerciales poco éticas, incluida la infracción de la propiedad intelectual y las denuncias de violaciones de los derechos laborales, el minorista electrónico chino está girando parte de su base de fabricación a Brasil como parte de su estrategia de expansión.
En el contexto de la escalada de las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos, la marca enviará materias primas a lugares como Brasil para su fabricación en un intento por «diversificar» su cadena de suministro, según un informe de The South China Morning Post. Las restricciones comerciales de ojo por ojo sobre los productos fabricados en China, Estados Unidos y otros países occidentales han aumentado los riesgos de la cadena de suministro.
A principios de este mes, la cadena de moda rápida también fue citada por representar un riesgo para los datos, y por violaciones de fuentes e infracciones de derechos de autor, por una agencia del gobierno estadounidense, la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos y China, según los informes.
Entre las preocupaciones planteadas, la marca con sede en Singapur ha sido criticada por sus supuestas prácticas de fabricación insostenibles. El año pasado, Shein lanzó Shein Exchange, una plataforma de reventa peer-to-peer para que los consumidores vendan ropa y productos Shein de segunda mano. La marca de comercio electrónico también se comprometió a donar $ 15 millones para Kantamanto, el mercado de ropa de segunda mano más grande del mundo ubicado en Ghana, una instalación donde han terminado muchas de las prendas y artículos de moda rápida y fabricados en masa del mundo. Sin embargo, tales esfuerzos no han silenciado las continuas críticas, que incluyen reclamos de «lavado verde» contra Shein.
Mientras tanto, en Brasil, el gobierno local puede introducir un nuevo «impuesto digital» para los principales actores del comercio electrónico como Shein, AliExpress y Shopee para proteger mejor a las empresas locales de la «competencia desleal«.
En particular, el traslado manufacturero de Shein a Brasil tiene lugar en un momento de lento crecimiento económico en China. Algunos expertos dicen que el movimiento del minorista electrónico de moda ensombrece el del gigante estadounidense del comercio electrónico Amazon.
The Jing Take informa sobre una de las principales noticias y presenta el análisis de nuestro equipo editorial sobre las implicaciones clave para la industria del lujo. En la columna recurrente, analizamos todo, desde caídas de productos y fusiones hasta acalorados debates que surgen en las redes sociales chinas.
