«Si tuvieran una alternativa, preferirían no volver a Gaza y vivir en una alternativa hermosa que sea segura«. Ese fue el insólito resumen del presidente Donald Trump al término de la reunión con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. Luego de expresar una vez más su completo apoyo a ese país, dijo que los gazatíes deberían abandonar por completo la Franja.
«EE.UU. se apoderará de la Franja de Gaza y nosotros también haremos un trabajo con ella. Seremos sus dueños. Y seremos responsables de desmantelar todas las peligrosas bombas sin explotar y otras armas que hay en ese lugar», completó de esa manera su más que polémica visión para una «solución» en la cuestión palestina.
El propósito de Trump sería el de hacerse cargo de la Franja de Gaza para ejecutar una brutal tarea de reconstrucción y transformación del lugar en el que viven 2,5 millones de palestinos. Trump dijo que ese «corredor» junto al Mediterráneo debería ser uno de los mejores lugares del mundo para vivir, pero con una modificación radical de ese espacio.
Las declaraciones de Trump tuvieron una rápida respuesta de rechazo total en Palestina. «Nuestro pueblo palestino no permitirá que ningún país ocupe su tierra o imponga una custodia sobre ellos. Solo hará que la región de Medio Oriente se inflame aún más», expresaron los voceros de Hamas.
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